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9/12/17

La historia de la sede de Uspallata IV. La Fábrica de Carlos Seeber

La fábrica Seeber en Parque Patricios 
 Por Claudio Salvador *

La sede del Gobierno de la Ciudad está ubicada en la manzana comprendida por las calles Iguazú, Atuel Los Patos y Uspallata. En la nota anterior se mostró la presencia en ese lugar de una estación de tranvías.
A mediados de la década de 1880 el industrial Carlos Seeber compró los terrenos y galpones de la estación para trasladar su fábrica procesadora de grasas, aprovechando la ubicación inmediata al matadero, fuente de materia prima. La Cámara de la Industria Química y Petroquímica en su publicación “El Bicentenario y la Evolución de la Industria Química Argentina” dice:
“Entre la lista de empresas fundadas en Argentina entre 1838 y 1890 se destacan las siguientes fábricas químicas: en 1870 de óleo margarina de Carlos Seeber, de perfumes y jabones de Egidio Colonelli, de hormiguicidas de Antonio Gubba, de alcohol de maíz de Devoto, Rocha y Cía., de gelatina alimenticia y cola fuerte de Latourrete,..”
El diccionario biográfico de Vicente Cutolo muestra que Seeber se dedicó a actividades rurales, y luego: “… elaboración de óleo margarina que trajo como derivado inmediato la fabricación de jabones.
A tal efecto abrió una fábrica del mencionado producto en las actuales calles Paraguay y Azcuénaga. Fabricó de esta manera estearina, jabón y velas, y colocó su establecimiento a la altura de las primeras de Sud América. Fue un precursor y un pionero de la industria argentina. Falleció en Buenos Aires el 20 de enero de 1907”.

La búsqueda de informaciones originales aportó más detalles:

Algunos expedientes que se encuentran en el Archivo Histórico de la Ciudad de Buenos Aires muestran situaciones relativas a la fábrica de grasas de Seeber en Azcuénaga y Paraguay, cuyos vecinos no parecían tener la misma consideración que los estudiosos de la Historia de la Industria; por el contrario, la consideraban una molestia, presentaban quejas y pedidos de clausura.

El Dr. Pedro Arata, titular de la oficina química, decía “puede mantenerse el permiso acordado anteriormente al Sr. Seeber en los términos de su solicitud, es decir para fabricar óleo margarina, y estearina, pues esta industria no es insalubre ni incómoda, pero que debe prohibirse la fusión a fuego directo del sebo…” (1882)

La fábrica de Seeber se trasladó junto al Matadero, zona entonces descampada.
Manuel Chueco (1886), describe el establecimiento ya ubicado en el actual barrio de Parque de los Patricios.
“La gran fábrica de óleo margarina de Carlos M. Seeber está perfectamente instalada en adecuado y bien ubicado local. Ocupa el terreno y el edificio de la estación del antiguo Tramway Anglo- Argentino, situada al lado mismo del Matadero Público, lo que le permite recibir y empezar a elaborar las gorduras inmediatamente después de faenadas las reses, es decir, completamente frescas, inapreciable ventaja que, a la vez que tiene gran importancia en el orden económico, la tiene en lo relativo a la higiene”.
Describe el proceso para obtener óleo margarina, sin productos químicos. Utilizaba calentamientos, prensado, etc. para obtener un producto libre de estearina, de mejor sabor. La estearina separada se destinaba a la elaboración de velas.
En una publicación de la UIA, Unión Industrial Argentina, (1895) aparece una interesante reseña sobre la fábrica de Seeber, que ya había incorporado otros procesos.
Años después, un artículo de Caras y Caretas en 1909 describía la misma fábrica:
Estaba instalada en el terreno de 42.000 varas cuadradas, junto al Parque que reemplazó al Matadero cuando éste dejó de funcionar. Para entonces Seeber elaboraba glicerina, jabón, velas, grasa, óleo margarina, estearina, etc.
En la fábrica trabajaban unos 450 obreros, y en los sectores comerciales, y la sede administrativa, unas cien personas más.
El fundador, Carlos Seeber había fallecido en 1907; sus sucesores llevaron adelante la actividad durante varios años. En la etapa final la fábrica se extendía hasta Monteagudo. La última figuración de Seeber en Guías la encontramos en 1917. O sea que durante tres décadas el predio estuvo dedicado a estas fabricaciones.
Hacia 1920 la fábrica había quedado inactiva, y la sucesión de Seeber preparaba el loteo y venta de los terrenos.