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  Dirección y contenidos PATRICIA GARCÍA, periodista

14/5/12

Buenos Aires en 1820


De "Cinco años en Buenos Aires (1820-1825)", publicado en Londres  en 1825. Se conoce al autor como "un inglés".  Rafael Alberto Arrieta lo identifica como el viajero  Thomas George Love, fundador del periódico porteño "The British Packet and Argentine News". Este cronista inglés construye una pintura del Buenos Aires en una época agitada del país.



La ciudad de Buenos Aires, divisada desde la rada exterior a unas ocho millas de distancia, tiene un imponente aspecto. Los edificios públicos y las cúpulas de numerosas iglesias le dan cierto aire de grandeza que se desvanece cuando nos aproximamos. ...........................................................

Al desembarcar, el muelle derruido, (la tormenta del 21 de agosto de 1820 le dejó en malas condiciones) y las principales calles cercanas a la costa nos predisponen mal respecto a la belleza de la ciudad; pero para hablar en justicia debe observarse la ciudad minuciosamente, pues hay edificios dignos de consideración. Cuando yo desembarqué, en octubre de 1820, dos cañones de a cuarenta y dos en excelente estado, estaban emplazados en el muelle ostentando un grabado de las reales armas españolas y la fecha y lugar de la construcción; uno provenía de Sevilla y el otro de Lima. Tendrían unos sesenta años.
        Los pasajeros no encuentran ningún impedimento de parte de la Aduana. Una rápida inspección del equipaje es el único requisito obligatorio. Varios procedimientos enojosos han sido recientemente abolidos.
        En otros tiempos, un centinela debía impedir que la gente se acercase al borde del muelle de la ribera sin previa autorización del resguardo. También ha sufrido reformas el sistema que ordenaba a los barcos esperar en la rada exterior la chalupa de sanidad. Los capitanes pueden desembarcar de inmediato en el puerto. En la rada interior se espera la visita de la sanidad, que llega al poco tiempo de anunciarse por una señal. Mientras duró el régimen anterior, los barcos sufrían las inclemencias del mal tiempo o del descuido durante los cuatro o cinco días previos a la visita: toda comunicación con tierra estaba prohibida.
En caso de que la nación a la que pertenece el barco no tenga cónsul o agente en Buenos Aires se hace obligatoria la entrega de los documentos, manifiestos de la carga, documentos de a bordo, etc.
        Con el traslado de la cañonera que estaba  en la rada exterior desapareció una causa de continuos accidentes. Numerosos conflictos surgieron por haber hecho fuego esta cañonera sobre barcos y botes para hacerlos detener. El barco Condesa de Chichester, primer paquebote que llegó de Falmouth, recibió dos disparos estando a bordo Mr. Pousset, el vicecónsul El capitán Little, que comandaba la embarcación, ignorando el motivo del fuego, ordenó el contraataque y dio armas a la tripulación. Rápidamente se envió una comisión que pidió disculpas. Serios trastornos habrían tenido lugar en caso de continuar con el mismo sistema.