
La norma habilita a los agentes a omitir la voz de alto y a disparar a un presunto delicuente en fuga. La decisión ya fue tildada como libertad para el gatillo fácil o "docrtina Chocobar". En la Ciudad de Buenos Aires, el jefe de gobierno porteño sostiene que va a adherir a ese protocolo. Sin embargo se topa con la ley porteña de creación de la fuerza local que establece normas diferentes.
Así, el nuevo ministro de Seguridad y vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, opina que el distrito debe reglamentar el uso de armas, pero las no letales. Buscan más medios para enfrentar disturbios en las manifestaciones y considerar que la realidad de la policía de la Ciudad es diferente a los incidentes que pueda reportar, por ejemplo, la Gendarmería en la frontera ante narcotraficantes.